martes, 23 de noviembre de 2010

PETER PAN

Esta historia ya ha sucedido...,pero puede volver a suceder,¡incluso a ti¡ Aquella vez le ocurrió a Wendy y a sus hermanos Juan y Miguel,a quienes la niña contaba cuentos toda las noches.
Wendy les contaba las aventuras de Peter Pan,un muchacho que vivía en el país de Nunca Jamás y que había decidido no crecer. Los niños disfrutaban mucho imitando a Peter Pan y jugando a aventuras de indios y piratas.
Los cuentos de Wendy eran tan interesantes que el propio Peter Pan venía a escucharlos.
Una noche,Wendy vio a Peter Pan en la ventana y le invitó a pasar.
Peter Pan,era un muchacho muy alegre y valiente,que además volaba. Su mejor amiga era un hada diminuta llamada Campanita,que también volaba,pero no sabía hablar.
Peter Pan pidió a los niños que fueran con él al país de Nunca Jamás. Para ello deberían volar. Bastaba con una pizca de polvo mágico e imaginación,les dijo.
En efecto,siguiendo las indicaciones de Peter Pan,los niños volaron.
_¡Qué fácil es¡ _exclamó Wendy.
Pronto divisaron el país de Nunca Jamás que era una isla mágica y estaba en un lugar desconocido. En sus bosques vivían indios:un barco pirata estaba siempre junto al Roca de la Calavera;y hasta había un Árbol del Ahorcado.
Peter Pan y Campanita vivían en una cueva secreta que estaba situada justo debajo del árbol del Ahorcado. Allí también vivían los Niños Perdidos. Los Niños Perdidos eran muy felices en el país de Nunca Jamás y, como Peter Pan, tampoco querían crecer. Se divertían mucho recorriendo la isla y jugando. Nada más llegar, Juan y Miguel se fueron con los Niños Perdidos a visitar la aldea de los indios.
Iban deslizándose sigilosamente, cuando, de pronto, los pieles rojas, que estaban escondidos detrás de os árboles, salieron y los atraparon.
-¡Auxilio, Peter Pan¡- gritaban- .
¡Campanita ayúdanos¡
Mientras, Peter Pan había llevado a Wendy a ver a las sirenas que vivían en unas rocas a la orilla del mar.
Campanita, cuando vio que Peter Pan y Wendy estaban juntos, se sintió celosa y empezó a molestar a la niña.
-¡Basta, Campanita¡ Deja a Wendy.
Campanita se puso muy triste y se alejó de allí rápidamente pensando cómo podría vengarse de la deslealtad de su amigo Peter Pan.
¡Iría a ver al temible Capitán Garfio¡
Mientras, el malvado Capitán Garfio y su inseparable Smee habían raptado a Tigridia, la hermosa princesa india.
El Capitán Garfio quería averiguar el lugar donde se encontraba el escondite de Peter Pan y para ello recurría a toda clase de trucos.
Pero Peter Pan, que había visto desde lejos el bote, se dirigió con rapidez hacia allí para salvar a la princesa.
Cerca del bote también se encontraba un enorme cocodrilo al que el Capitán Garfio tenía un miedo terrible.
Cuando Garfio se dio cuenta de la presencia del cocodrilo, gritó:
-¡Ese cocodrilo me sigue a todas partes!¡Quiere comerme!
Estaba realmente asustado. Pero su gran sorpresa fue cuando apareció Peter Pan y, abalanzándose sobre él, le arrojó al agua. Después, con mucha calma, Peter Pan desató a Tigridia y remontó el vuelo con ella en brazos para dirigirse a la aldea india. El jefe indio estaba muy preocupado por la desaparición de su hija y por eso había capturado a los Niños Perdidos y a Juan y Miguel.

En el campamento, los indios habían atado a los prisioneros para que no escaparan.
Cuando Tigridia apareció con Peter Pan, todos se llevaron una gran sorpresa. En seguida, Tigridia contó lo ocurrido y el Jefe dijo a Peter Pan:
-Como muetra de gratitud, soltaré a tus amigos y daremos una gran fiesta.
Y así fue.En la fiesta todos se divirtieron mucho.
Sólo faltaba Campanita, pero nadie sabía dónde se había metido.
Campanita, que estaba en el barco del Capitán Garfio lo supo, fue allí y cogió prisioneros a los niños y los ató al mástil de su barco.
Después dejó un paquete en el refugio de Peter Pan, como si fuera un regalo.
¡En realidad era una bomba!
Pero Campanita se dio cuenta de la trampa y le contó todo a Peter Pan, que inmediatamente se enfrentó con el Capitán Garfio.
Peter Pan venció a Garfio que cayó al mar al lado de su feroz enemigo, ¡el cocodrilo!
Cuánto se divertía Campanita viendo al cocodrilo correr tras el Capitán Garfio.
Con mucho trabajo y casi destrozado, Garfio logró salir del agua, temblando de miedo, y huyó a toda prisa, ante las carcajadas de todos.
-¡Ja, ja!, mirad cómo corre – reía Peter Pan.
-No creo que vuelva nunca – dijo Wendy.
Entoces, Peter Pan tomó el mando del barco, Campanita lo cubrió con polvo mágico y la nave comenzó a volar en dirección a la casa de Wendy y sus hermanos.
Allí dejaron a los niños en el alféizar de la ventana.
Después todos se abrazaron muy contentos y el barco puso de nuevo rumbo hacia el país de Nunca Jamás.
-Volveremos a vernos -dijo Peter Pan-, vendré de cuando en cuando a escuchar tus maravillosas historias, Wendy.
Desde la ventana, los niños gritaron:
-Ha sido un viaje maravilloso.¡Adios!
En aquel momento el papá de los niños entró en la habitación.
-¿Qué miráis? -preguntó.
-El barco de Peter Pan, que va hacia el país de Nunca Jamás -contestaron todos.
El papá de los niños se asomó y, en efecto, creyó ver a lo lejos el varco volando .Entoces, dijo a sus hijos:
-Nunca perdaís la imaginación, es algo precioso. Y ahora, ¡a la cama!

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